miércoles, 6 de marzo de 2013

Impuestos iguales en un país desigual


¿IVA a medicinas?

   El gravamen universal a medicinas y alimentos amenaza con profundizar la desigualdad social en México, ya de por sí abismal, pues cualquier programa tendiente a mitigar los efectos de esta medida entre las clases populares, está condenado al fracaso, como ha sucedido hasta la fecha con otros de su tipo.
   Aunque uno de los principios de equidad fiscal es que los impuestos sean de aplicación general, en la práctica esto no es viable, ya que el rico puede asimilar los aumentos con cierta facilidad, mientras que al pobre le va en ello hasta la vida, sobre todo si se trata de artículos de primerísima necesidad, como son medicinas y alimentos.

México, un país socialmente desigual

   En otras palabras, no es justo aplicar impuestos iguales en un país socialmente desigual, pero por desgracia esto es lo que ha ocurrido desde hace muchos años en México, donde hasta las multas que aplica Hacienda por incumplimiento de obligaciones fiscales son las mismas para pequeñísimas empresas familiares que para los grandes consorcios trasnacionales. Nuestros legisladores debieran empezar por corregir este absurdo.
   ¿Cuál es el resultado de estas políticas? Que mientras unos cuantos mexicanos destacan año tras año entre los grandes potentados del mundo, más de la mitad de la población nacional vive en condiciones de pobreza, con frecuencia extrema.
   Ahora que se pretende aplicar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a medicinas y alimentos, abundarán los políticos que, en contrapartida, prometan medicinas gratis, incluso comedores públicos para todos los pobres, pero ninguna de estas medidas populistas dará resultado, porque como siempre ocurre, la mayor parte del presupuesto asignado a la asistencia social se quedará en el camino.
   Lo justo es que cada quien aporte al fisco según los bienes materiales de que disponga, y a los que difícilmente consiguen algo para saciar el hambre y curar sus enfermedades, si no hemos de ayudarles, ¿por qué cargarles la mano?

Fotografía: Javier Medina Loera.

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