miércoles, 12 de junio de 2013

Rodolfo Ocampo, la punta del iceberg

Rodolfo Ocampo Velázquez.

   Un mar de fondo, que dará pie a futuras noticias, es el que existe tras la detención y encarcelamiento del exdirector del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), Rodolfo Ocampo Velázquez, acusado de peculado por varios cientos de millones de pesos en la época en que administró este organismo, entre 2008 y 2009.
   Desde que se hicieron del conocimiento público los pormenores de este asunto, la percepción general es que Rodolfo Ocampo es apenas uno de los muchos involucrados en actos de corrupción durante los últimos años en el Estado, sin figurar siquiera en el primer nivel.

¿Por qué no fue llamado a cuentas en su momento?

   Cabe esperar que por lo menos expliquen su extraña conducta quienes lo designaron en dicho cargo y lo dejaron actuar a sus anchas sin jamás llamarlo a cuentas, a pesar de que en su momento se hicieron públicas sus pillerías. Esto, aparte de los cómplices y operadores directos de la malversación, entre quienes hay ya dos prófugos de la justicia.
   Además de los participantes directos e indirectos en el caso SIAPA, los medios de difusión señalan a funcionarios de otras dependencias estatales y municipales de la pasada administración que también pudieron haber incurrido en actos ilícitos, así como a funcionarios y diputados de las dos anteriores legislaturas locales.

Sus amigos lo niegan, igual que San Pedro a Cristo

   Sobre el exdirector del SIAPA, llama la atención que sus amigos, sobre todo aquellos a quienes él apoyó con plazas o privilegios, no han dicho esta boca es mía, ni siquiera han intentado ayudarlo; a lo más que han llegado algunos de ellos es a pedir un juicio justo, o sea, nada que los comprometa. Tal es la condición humana.
   Es más, su propio partido, el de Acción Nacional, tampoco ha hecho esfuerzo alguno por apoyarlo, aunque cobraban en el SIAPA, y aún cobran, muchos de sus recomendados.

El reto de Aristóteles, llegar al fondo

   Por muy político que sea el trasfondo de este asunto (el gobernador Aristóteles Sandoval asegura que es un claro mensaje contra la impunidad), el Gobierno del Estado está obligado a investigar con rigor éste y otros casos de corrupción que son del dominio público; no pueden quedarse sólo en la superficie. El reto de Aristóteles es convencer a la gente de que en realidad busca justicia, no venganzas políticas.

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