miércoles, 10 de julio de 2013

El periodismo no se extingue, se fortalece

Redacción de "El Informador" hace 50 años.

   Con la aparición del llamado “periodismo ciudadano” que se ha venido practicando a través de Internet, sobre todo en blogs y redes sociales, el tema de actualidad que se discute en diferentes foros es si el periodismo como profesión está en riesgo de desaparecer, o si por lo contrario, inaugura una época de renovación y fortaleza.
   En lo particular me inclino por lo segundo, no porque haya dedicado la mayor parte de mi vida al periodismo tradicional, sino porque existen elementos suficientes para demostrar que no hay tal “periodismo ciudadano”, sino una apertura sin precedentes para que el público en general participe en las tareas de comunicación, lo cual es muy diferente.

Cambian las formas de comunicar, no los principios

   Como ya lo señalaba en anterior comentario, gracias a la tecnología han cambiado las formas de comunicación, pero no la ética ni los demás principios en que debe sustentarse la misma, recursos que sólo puede manejar de manera profesional quien con verdadera vocación y en forma específica se ha preparado para ello. Hoy como ayer el periodista no se improvisa.
   ¿Qué ha sucedido? Que al cambiar radicalmente el antiguo esquema de comunicación emisor-receptor, según el cual el emisor monopolizaba la información sin que el receptor pudiera, muchas veces, responder a esos mensajes, ahora cualquiera puede convertirse en emisor de sus propios contenidos en una interacción casi instantánea, personal y dinámica con el receptor, jamás vista.

El periodista, capacitado para manejar información

   En todo caso, al ampliarse considerablemente las fuentes de información, con la participación directa del público, el periodismo se vuelve más democrático: la audiencia multiplica su función de aportar datos, opiniones, imágenes, sobre cualquier acontecimiento, pero es el periodista quien está capacitado para darle a esa información la dimensión adecuada, no en función de intereses particulares, sino del interés público.
   Verificar “fuentes”, contextualizar y contrastar informaciones, estar actualizado, analizar datos, mantener la objetividad y comunicar adecuadamente a través de los diferentes géneros periodísticos, como son noticia, entrevista, crónica, reportaje, artículo de fondo, etcétera, según el caso, son conocimientos y habilidades que hacen el oficio del periodista, y éste no se aprende de la noche a la mañana, se requieren muchos años de arduo aprendizaje.
    Una cosa es abordar con propiedad un tema especializado o expresar una opinión, y otra muy distinta creer que se puede hacer periodismo auténtico sólo porque se dispone de un blog o de una red social (Facebook, Twitter, Linkedin, etcétera).

El periodismo impreso a la baja, el digital a la alta

   Entre las consecuencias que ha traído la comunicación por Internet destaca la crisis del periodismo impreso, que nació y creció gracias al desarrollo de la imprenta, no de la cibernética. Por ello han visto reducidos sus ingresos publicitarios y por venta de ejemplares la mayoría de los periódicos del mundo, que necesariamente han tenido que despedir a buena parte de su personal.
   Sin embargo, contrariamente a la crisis de los medios de comunicación tradicionales, florece el periodismo digital o cibernético, que se alimenta, más que ningún otro, de la participación social. De esta manera, puede sostenerse que el periodismo como profesión no sólo no está en peligro de desaparecer, sino todo lo contrario, porque al evolucionar y adaptarse a las nuevas formas de comunicación, resultará altamente fortalecido.

    Imagen: 90 Años de Jalisco en El Informador (2007).




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