Juicios orales. Imagen: El Siglo de Torreón.
El nuevo
presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado (STJE), magistrado Luis
Carlos Vega Pámanes, agilizará los preparativos para establecer en Jalisco
el sistema de juicios orales, que ya funciona en otros estados de la República,
a fin de mejorar la transparencia de la justicia y abatir los costos de su
administración.
¿Qué avances
se tienen para la implantación del nuevo sistema? Gracias a los cursos de
capacitación y a una maestría sobre juicios orales realizados en los últimos
años, se cuenta ya con los primeros abogados certificados para estas tareas,
además de que se podrá aprovechar el tercer piso de la nueva Ciudad Judicial, a
punto de terminarse, para instalar las oficinas correspondientes.
Aunque
restan todavía cuatro años del plazo fijado por el decreto presidencial para
que los juicios orales operen en el país, es posible acelerar en Jalisco este
proceso si se dispone a la mayor brevedad de los recursos presupuestales
necesarios.
El
presidente del STJE dialogará con los miembros de la nueva Legislatura local y
con el gobernador electo, Aristóteles Sandoval, para tratar de destrabar la
cuestión presupuestal y apresurar con ello la implantación del sistema antes
del plazo fijado por el decreto presidencial.
A nivel
nacional se requerirán 25 mil millones de pesos para arrancar el programa, un
presupuesto que se antoja elevado, pero sin duda necesario, ya que detrás de
cada juez se necesitará todo un aparato burocrático que trabaje las sentencias.
La idea en
Jalisco es empezar por los delitos de menor impacto, como robos sencillos y
estupros, para luego avanzar en los demás hasta cubrir la totalidad.
“Nuestro
sistema”, asegura el presidente del STJE, “no será una copia pirata, sino
adaptada a nuestras necesidades jurídicas, cultura, educación y posibilidades”. No puede esperarse otra cosa, siendo Jalisco un Estado donde tradicionalmente han florecido notables
juristas.
Bienvenidos,
pues, los juicios orales, que si bien no tienen como objetivo básico la
agilización de la justicia, que buena falta le hace, sí el de transparentarla,
ya que estos juicios serán a la vista de todos, cosa que no ocurre en los
escritos. ¡Ésa es la gran diferencia!